Daniel Winitzky con Melo, Mañuco y Mishaja, sus guías de ficción y de verdad.
"Candamo, la última selva sin hombres" es cine de aventura.
Daniel Winitzky hizo 16 viajes a la selva de Puno y Madre De Dios,
paraíso de biodiversidad con miles de especies entre las que no abunda,
de ahí su carácter remoto, el hombre. Publicista sin mayor experiencia
fílmica que la de los comerciales para Tv., Winitzky se lanzó a la
piscina sin saber qué tan lejos llegaría, pero con la estratégica
decisión de filmar en super 16 mm., standard superior a cualquier
tecnología de video. Cuando la simple paciencia para contemplar al
paisaje y a sus esquivos habitantes no era suficiente, se recurrió a
técnicas mixtas - por ejemplo, fotografía subacuática en pozas que
reproducían el lecho fluvial. En el camino encontró el apoyo de los
productores suecos de Scandinature, convirtió a sus guías nativos en
personajes de alegre ficción, y exprimió a la generosa naturaleza
tropical. Centenas de minutos con flora y fauna rara vez filmada y tres
miembros del equipo con uta, entre ellos el propio Winitzky, fue el
saldo de rodaje.Este documental fue más visto que el Mundial de Fútbol de Francia que se transmitió al mismo tiempo que el documental.
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