Donnerstag, 19. April 2012

CONGA, LAS RAZONES DEL NO

 




Para hablar de Conga hay que poner la situación del agua en el Perú en su contexto y en el contexto de la economía peruana. La Costa – la vertiente Pacífico – es un desierto, hoy roza el estrés de agua.

La reserva total de agua en el Perú es de 20,000 a 25,000 metros cúbicos (m3) por persona por año renovable, una de las mas altas en America Latina. Pero 97% de esta agua desemboca por la Selva al Atlántico; solo 3% sale por la Costa, o sea solo unos 1,500m3 / persona – lo que es el límite del estrés hídrico. El estrés de agua es la situación en la cual la disponibilidad o carencia del recurso hídrico puede afectar negativamente la economía de un país.

En la Costa vive un 60% de la población del Perú y la Costa produce dos tercios del PBI agrícola del país. Aunque la Costa es un desierto, es un desierto muy fértil si está regado.

Conga sería fatal – fatal para el ecosistema y fatal para el recurso hídrico.

Agua es Vida; el agua vale infinitamente más que el oro.

Conga, una cabecera de cuenca, es un ecosistema que se formó durante millones de años y tiene un equilibrio hídrico perfecto. Consiste de unas 80 lagunas prístinas, incluidas las lagunas en disputa, Perol, Mala, Azul y Chica que estarían directamente afectadas por el proyecto Conga – y un área de más de 100 ha de humedales y bofedales. Esta agua se infiltra por padrones geológicos a acuíferos cientos de kilómetros abajo, alimentando ríos, riachuelos, manantiales y pozos.

Las aguas de las cabeceras de las cuencas de Conga, Cerro Quilish y otros cercanos alimentan dos tercios de la población de la Región de Cajamarca con agua potable y riegan miles de hectáreas de agricultura – alimentando la población y produciendo cultivos para la exportación.

De la misma manera como se destrozó el ecosistema de Yanacocha, se puede destrozar el de Conga de un día a otro con una intervención humana. No hay solución técnica aceptable, ni el sistema de socavón, porque la naturaleza no se maneja con ciencia lineal – lo que la economía neoliberal trata de imponernos. Más bien se trata de vidas integrales que tienen su propia y imprevisible dinámica. Las consecuencias de una intervención humana serian desastrosas e irreversibles.

El mejor ejemplo son los 20 años de operaciones de Yanacocha. En 1990 Yanacocha era una laguna prístina – igual como son las cuatro lagunas perjudicadas de Conga y destinadas a desaparecer. Hoy Yanacocha es un desierto y la laguna está seca. Las aguas utilizadas de esta laguna se han envenenado - y continúan envenenando a los campesinos, la fauna y flora. ¿Es lo que el ciudadano peruano quiere?

No importa lo que diga el peritaje, el Gobierno ya dijo “Conga va – o sí o sí”. Se habla de tres empresas internacionales que se han elegido para el peritaje, que ni siquiera es un EIA independiente, sino solo una evaluación del -llamado EIA hecho por el primer interesado, Newmont.

¿Por qué no se divulga los nombres de las tres empresas? ¿Por qué no se dice quién las propuso? – ¿Por qué los términos de referencia no se hacen públicos? y ¿por qué no hay una consulta pública a través de una comisión parlamentaria sobre los TR y la elección de la consultoría internacional – como debería ser el caso en una democracia? – El secretismo hace sospechar que los dados ya cayeron a favor de la mina.

Por cierto ni en el EIA de Yanacocha, ni en el informe del Minam, hay una evaluación económica del agua, y probablemente ni está previsto en el peritaje. El agua ya tan escasa en la Costa, y arriesga de devenirlo aun más por el cambio climático, tiene un valor económico más alto que el oro. Agua es vida. El oro no se come.

Yanacocha usa cuatro veces mas agua que la ciudad de Cajamarca con sus 250,000 habitantes. Cajamarca tenía agua en abundancia en 1990. Hoy sufre de escasez hídrica, y recibe agua por promedio 2 horas al día – agua altamente contaminada, excediendo por factores de diez y más las normas de la Organización mundial de la salud (OMS), por acidez originada por metales pesados, como cianuro y mercurio. Estos análisis están disponibles. Las enfermedades y abortos prematuros, existen en abundancia. La expectativa de vida del minero que trabaja en Yanacocha es de menos de 40 años.


¿Quieren los peruanos otra experiencia como Yanacocha?

Según ‘expertos’ vinculados a Yanacocha, el agua de las lagunas no infiltra en los acuíferos abajo porque hay capas de arcilla en las tierras debajo de las lagunas. No hay prueba científica sobre esta afirmación. Aunque fuese así, arcilla hay en todas las partes de la geología de las alturas. El agua encuentra siempre su camino para llegar a las napas freáticas – la prueba es que existen.

También dicen que Perol ya está contaminada y no sirve para uso humano. Esto no es cierto. Perol es una laguna prístina. Nunca ha sido tocada. Se dice cualquier barbaridad sin fundamento para influenciar a la opinión pública.

Aunque la laguna contenga minerales NO está contaminada. Los minerales son naturales que se acumulan en el agua, como es el caso de muchas lagunas en las alturas y en aéreas minerales. Una contaminación consistiría de organismos que llegan de fuera a ensuciar el agua.

La Ley de Agua -antes de su modificación nefasta entre sus dos votaciones- prohibió la implantación de cualquier complejo industrial o minero en las cabeceras de cuencas. Para la segunda votación se invalidó esta cláusula.

El exministro del Medio Ambiente, Brack, dijo recién que hay cientos de minas en el Perú y que 98% de la minería del Perú esta implantada en cabeceras de cuencas, que la economía del Perú depende de la minería.

La mayoría de países en America Latina tienen en sus Leyes o Reglamentos de Agua una interdicción de implantar industrias o minería en cabeceras de cuenca, para evitar las graves consecuencias de contaminación abajo. Se debería hacer reintroducir en la Ley de Agua la prohibición de implantar minería en cabeceras de cuenca – y que este se aplique para el futuro. A la minería existente se debería aplicar sanciones estrictas con leyes ambientales para reducir la contaminación.

La minería en los Andes proviene del virreinato español desde hace 500 años. Hasta hoy se está explotando este recurso no-renovable bajo condiciones socio-ambientales lamentables, prácticamente esclavizando a campesinos trabajadores.

La minería explota un recurso natural NO-renovable que se agota dentro de un cierto tiempo y deja un terreno desértico, envenenado e infértil. El oro de Conga se estima que se agotará en 17 a 19 años. ¿Y después qué?

En vez de exportar la materia prima, se pudiera aplicar maneras de explotación más limpias y añadir un valor agregado en un proceso de manufacturación dentro del Perú, lo que sería a la vez una protección del medio ambiente y una diversificación industrial, creando empleo y redistribución de los ingresos. La pobreza está aun aberrante, llegando a un 80 % en la Región de Cajamarca. Recordamos que la reducción de la pobreza es uno de los objetivos principales del actual gobierno.

La versión oficial para favorecer el proyecto Conga es que se necesitan los ingresos para financiar los importantes y tan necesitados programas sociales previstos en la Hoja de Ruta. Este argumento no vale, por varias razones.

La mina Conga sería operacional en el mejor de los casos solo dentro de tres o cuatro años, con ingresos para la tesorería solo varios años después – después del Gobierno actual. Hay alternativas mucho más rápidas y más limpias – sin ningún daño al medio ambiente –protegiendo el recurso hídrico tan necesitado en la Costa del Perú.

El sector agropecuario tiene aun un gran potencial de expansión en la Costa, siempre que haya agua. La Costa peruana tiene actualmente alrededor de 1, 200,000 hectáreas de terreno para la irrigación preparado, pero cultiva por año solo unos 700,000 a 800,000 hectáreas. Es una economía más limpia con productos renovables y que puede realmente reducir la pobreza.

Hoy la recaudación tributaria es solo 15% del PBI (Chile 25%; Unión Europea cerca de 35%). Con una reforma tributaria y aplicando los códigos tributarios por ley y sanciones, el Gobierno actual podría aumentar la recaudación en uno a dos puntos por año, llegando a una tasa de 22% o 23% en 5 años – lo que pudiera resultar en miles de millones de ingresos adicionales – más de lo que se recaudaría de Conga, Yanacocha y toda la minería de oro.

Se sabe que la mayoría de contratos mineros, incluido Yanacocha, fueron negociados de manera ilegal por el régimen de Fujimori / Montesinos – lo que según leyes internacionales da plena legitimidad a renegociarlos. Hay estudios de abogados internacionales en los EEUU que están especializados en litigaciones contractuales y que están actualmente trabajando en varias países de Sudamérica. ¿Por qué no en el Perú?

Al inicio de los años 70, Chile declaró el cobre el pan del Chile? Hasta hoy día, y a pesar de Pinochet, las minas más grandes, Codelco y Anaconda, están en las manos del Estado. – ¿Por qué no declarar el oro el Pan del Perú?




Peter König
Economista – Especialista en Recursos Hídricos. Ex funcionario del Banco Mundial, donde trabajó por 30 años alrededor del mundo, una gran parte en el Perú y en otros países de América Latina en el ámbito de recursos hídricos y medio ambiente.



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